EL CRISTO DE PACHACAMILLA
POR: JOHANNA ISABEL ANCHORENA VÁSQUEZ
TEXTO: NARRATIVO
Cerca
del año de 1651 un negro esclavo de origen Angola pintó sobre una pared tosca
de adobe la imagen del Cristo crucificado. Casi ochenta años antes, vivía en
ese mismo lugar un español encomendero llamado Hernán Gonzalo de la Torre,
quien bautizó el lugar como “Pachacamilla” por asemejarse a una estancia que
tenía en el sur.
Fue en
1655 que se dio sustento al culto por el Cristo Moreno, cuando el 13 de
noviembre un terrible terremoto sacudió Lima. Templos, casas y mansiones fueron
derrumbadas, miles de personas quedaron heridas y otras no vivieron, pero la
frágil pared de adobe en la que se encontraba el Cristo pintado quedó intacta.
Muchas personas empezaron a rendir culto a la imagen y esto no agradó al Virrey,
por lo que se ordenó borrarlo.
Se
intentó eliminar la imagen tres veces, pero quienes subían a hacerlo quedaban
petrificados y caían. Incluso se ofreció recompensas para borrarla, pero ya
nadie se atrevió a hacerlo.
El Virrey
se enteró y no le quedó hacer otra cosa que formalizar el culto a la imagen del
Señor de los Milagros. Él mismo ordenó al pintor José de la Parra complementar
la imagen con el Padre eterno y el Espíritu Santo. Posteriormente se agregó a
María Magdalena y a María, madre de Jesús.
LOS MILAGROS DEL CRISTO MORENO
POR: ANGELITA CIELO CELESTE ORTIZ SÁNCHEZ
TEXTO: NARRATIVO
Llegó
el mes de octubre y junto a éste la procesión del Señor de los Milagros, al
cual muchos creyentes acuden debido a que este Cristo Moreno concede varios
milagros entre sus fieles que suceden en distintas épocas.
El
Cristo ha concedido varios milagros, según Murazzo uno de los milagros es que
“en 1920 Rosa Angélica Castro que había pasado por dos operaciones y por causas
desconocidas había quedado inmovilizada en ambas piernas, en octubre del mismo
año ella acudió al día siguiente de la procesión al Templo de la Encarnación y
al ver la imagen le suplicó por su salud y fue ahí cuando ella sintió conmoción
por levantarse de su silla de ruedas y empezar a caminar. Por otro lado halló
otro caso en 1935, el de la señora Elvira R. De Ávila, quién se curó de un
tumor canceroso en el útero. El médico que atendió a la señora dijo que no
había remedio para este tumor; así que ella decidió acudir a la Novena del
Señor en su templo y sin necesidad de operaciones y ésta señora logró sanarse.
Estos
milagros son los más reconocidos de nuestro Cristo Moreno y por ello muchas
personas acuden a la procesión del Señor de los Milagros ya que muchas veces
van a implorar por su salud para que les conceda un milagros mientras que otros
acuden de manera de agradecimiento por haberles ayudado a sanarse.
La procesión del Señor de los Milagros, que se celebra el mes de octubre en la ciudad de Lima, es una de las demostraciones de fe más apoteósicas del mundo. Esta celebración cristiana con más de 300 años de antigüedad es sin duda la expresión más alta de la identidad limeña.
FE MORADA
POR: ALEXANDRA JOSELEN DONGO RAMOS
La procesión del Señor de los Milagros, que se celebra el mes de octubre en la ciudad de Lima, es una de las demostraciones de fe más apoteósicas del mundo. Esta celebración cristiana con más de 300 años de antigüedad es sin duda la expresión más alta de la identidad limeña.
El culto al Cristo
Moreno tiene su origen en la antigua zona de Pachacamilla, donde un esclavo
angoleño pintó una imagen en un muro de adobe. La fe en esta pintura se inicia
cuando los pobladores de la zona observan que resistió los terremotos de 1655 y
1687 habiendo sido pintada en un muro de material tan frágil.
Esa es la
principal razón por la cual todos los meses de octubre durante todos los días,
una multitudinaria procesión vestida de morado; habito usado por los fieles,
recorre las calles de Lima pidiéndole al Cristo de Pachacamilla la realización
de algún milagro.
Es también parte
de la celebración el consumo del turrón de Doña Pepa, emblemático dulce limeño
creado en agradecimiento al Cristo Moreno, la ofrenda de picarones y
anticuchos, la renovación de la fe del pueblo mediante las velas aromáticas
encendidas, son solo algunas de las tradiciones del mes morado que muestran en
esta celebración la identidad limeña.
La procesión del
Señor de los Milagros es ciertamente la demostración de fe más grande del Perú,
ya que reúne muchas costumbres que a lo largo de los años se han ido
fortaleciendo dando así al Cristo Moreno un rol muy importante en la iglesia
católica.
La
procesión del Señor de los milagros
POR: ROCÍO MONTSERRAT RAMOS PANDURO.
El
Señor de los Milagros es una imagen de Cristo de la Cruz, pintada en una pared
de adobe ubicada en el Altar Mayor del Santuario de ‘‘Las Nazarenas’’ de Lima-
Perú, y venerada por muchos peruanos, la cual es considerada milagrosa.
Su
procesión es una tradición peruana, considerada como la manifestación religiosa
católica periódica numerosa del mundo. Cientos de miles de voces, todos los
años en el mes de octubre, unen sus corazones para dirigirse al milagroso
Cristo de Pachacamilla, que desde hace más de 300 años sale a recorrer las
calles de Lima para derramar sus gracias y bendiciones al pueblo. Hábitos
morados en señal de penitencia y unión con el Cristo de la Cruz, gargantas
llenas de fe, gargantas que piden milagros, corazones endurecidos que piden las
unidas para alabar y bendecir al hijo, al Cristo crucificado, renueva en los
hombres el sentido del dolor y del sufrimiento.
Las
andas del Señor de los Milagros son llevadas por 32 miembros de la hermandad de
cargadores del Señor y tienen un soporte de madera de roble. Solamente en plata
es aproximadamente 450 kilos. Los cargadores tienen que obedecer a su capataz y
a su subcapaz, en la cual está organizados por cuadrillas cada uno con su jefe.
holis
ResponderBorrarHola
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Quisiera un texto descriptivo
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